Al cabo de los siete años, en la ceremonia de la boda el padre le entregó la mujer cubierta con el velo nupcial que no era transparente. Y tras la ceremonia, ya anochecido, la introdujo en su tienda. Al día siguiente, con la luz del sol, supo Jacob que con quien se había casado no era con Raquel, sino con su hermana Lía.
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