Kirke

Creo que la mejor forma de empezar mi blog es dedicándole unas letras a mi perrillo.
Mi perrillo es un pastor alemán y hace ya 10 años y 8 meses que lo tengo.
Me encanta la personalidad de mi perro. Cuando suena el timbre empieza a ladrar y parece una bestia parda, si conoce a la persona que hay en la puerta le agarra el brazo con la boca y lo mete en casa.
Es alucinante cómo te cambia la vida tener un perro. Te hace más sociable y te hace perder la timidez. Me acuerdo un día que estábamos mi hermana y yo en la cama viendo una peli en el ordenata y el se tuvo que echar en medio y como no le hacíamos caso porque era una peli de terror estaba gruñendo por lo bajini y terminamos descojonadas de la risa.
Me encanta cuando viene de pasear por la mañana y yo sigo en la cama porque viene y me planta el morro en la cara y empieza a hacer tonterías para que le rasque y le diga cositas.
Es muy gracioso también cuando estoy escribiendo en el ordenador y me da con el morro en el brazo para que deje de escribir y le preste atención.
Aún recuerdo el día que vino a casa, me lo dieron con dos mesecillos, tan chiquitín él, aunque no podía llevarle en brazos porque pesaba un montón.
Era tan tímido! Y qué pronto perdió la vergüenza!!! Teníamos un carrito con tres bandejas y mi madre ponía allí las frutas y cuando le daba la gana se pillaba una naranja o una manzana y se iba a su sillón a comérselas. Claro, es que a un pastor alemán no puedes comprarle un cestillo... necesita un sofá para él sólo. Se le acabó la manía el día que pilló una cebolla por error...
Hace poco hemos estado en Málaga. No lo recomiendo como compañero de viaje. Qué pesadilla!
Allí íbamos a pasear y yo no sé cómo lo hace, pero se encuentra todas las botellas de plástico del mundo y le encanta destrozarlas y hacer mucho ruido con ellas. Y a mí que me gusta pasar desapercibida...
Mi perro es lo mejor que me ha pasado en la vida, me encanta su personalidad y espero que esté conmigo por muchos años.