Tengo la terrible impresión de haber dejado escapar mi vida sin hacer nada para evitarlo. Como arena se me ha escapado entre los dedos. Pero no puedo maldecir a nadie, porque al fin y al cabo, yo soy el artífice de mi destino, de mi vida, el culpable de mi fortuna o mi desdicha. Necesito una mano, comenzar a trazar las rayas de un modo muy diferente. Necesito vivir de nuevo. Revivir.
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